El vicepresidente de la Argentina, Julio Cobos, hizo caer la iniciativa que imponía fuertes impuestos a exportaciones, por la cual el gobierno intentaba recaudar unos US$ 11.000 de los 24.000 millones de la cosecha de soja. "Que la historia me juzgue. Pido perdón si me equivoco" fueron las palabras de Julio Cobos, justo antes de votar en forma no afirmativa (no le dieron los huevos para votar la "negativa" o "en contra").
Esto se debe seguramente a una mala distribución del gasto en el actual gobierno. Es matemática simple. Digo, de las 100 mil personas que se hicieron presentes en el acto oficial del pasado martes, seamos condescendientes y asumamos que solamente se le pagó a un 80% de los participantes. A $100 por cabeza (unos U$S 33), esto suma unos fabulosos U$S 2.640.000 (dos y medio palitos verdes).
Ahora, si de estos verdes le hubieran tirado palo y medio a Cobos en lugar de tenerlo olvidado en un cajón, seguro ahora estaríamos hablando de una Argentina unida y de avanzada, en lugar de este mamarracho. No olviden que aún tendrían los chorizos para el pueblo, y un palo verde y algunos cambios para la pareja presidencial... ¿una segunda luna de miel 'one-way' saliendo del helipuerto de Casa de Gobierno quizá? Y sí, mala distribución del gasto público, lo dije.
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