Se aproxima la fecha otra fecha de Formula 1, el Gran Premio de Estambul en Turquía. Para ser fiel a la verdad, hacía muchos años que no se veía una lucha por el campeonato tan aguerrida como la actual. Hamilton y Alonso, Alonso y Hamilton (que nadie se ofenda) están brindando un espectáculo, por momentos lamentable, dentro y fuera de la pista.
Desde el punto de vista puramente profesional, el campeonato de pilotos nos brinda una lucha entre varios candidatos, más allá del asturiano y el británico. Los principales son la pareja despareja antes mencionada, pero no tan lejos figuran Räikkönen y Massa. Contando que aún restan seis circuitos por correr, mucho puede pasar y virtualmente cualquiera se puede coronar campeón. También en la tabla de constructores la pelea viene pareja entre la McLaren-Mercedes del dúo "dos pimientas" (no me obliguen a explicar), y la siempre temida Ferrari de Massa y Räikkönen.
Volviendo al conventilleo, me recuerda a los tiempos de Nigel Mansell contra Nelson Piquet, o Alain Prost y Ayrton Senna. Y sí, si hasta experimentado Senna, en sus momentos perdía los estribillos en referencia a los ataques o provocaciones de Prost, ¿qué podríamos esperar de los nenes Lewis y Fernando?
Nota al pié, hay que admirar las técnicas de Lewis Hamilton, tirándose / ligándose / cargándose a la hija del jefe. "Fuera de las pistas me aseguro el puesto, te toca jugar, Fernando", diría Hamilton.
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